Entre facturas, propaganda y ahora que ya nadie escribe cartas, abrir el buzón es aburrido y sin ningún aliciente. Excepto que, de tanto en tanto, toca premio, como por ejemplo el día que llega el Cuaderno «Cristianisme i Justícia». Pocas páginas con mucha mucha reflexión.
Me alegra mucho ser parte del número de septiembre. Tómenlo como una carta manuscrita de esas que, como las abejas, están en peligro de extinción:
Ya te conté una vez, escribo como quien archiva documentos, por una lado para no olvidar, por el otro para liberar espacio en mi cerebro que anda viejito y al límite de la saturación. Esta vez te mando un puñado de relatos que espero te puedan interesar. Pau, natura i bons aliments.
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