Asambleas Campesinas y ciudadanas. Nos lo dicen los astros

La Conca 5.1. Gustavo Duch. 21 de marzo 2024. Article Original

El pasado trece de marzo me quedé un buen rato, hipnotizado, observando una luna finísima en fase creciente, como con ganas de acunar a Júpiter que le rondaba muy cerca. Este fenómeno, conjunción planetaria, en el que desde nuestra perspectiva dos astros se aproximan mucho, me hizo pensar en otras coincidencias, mucho más mundanas, nunca mejor dicho, que estaban ocurriendo en nuestro planeta Mundo.

Coincidencia uno: mientras la Luna y Júpiter se rozaban, un sismo político erupcionaba en Catalunya con la convocatoria de elecciones anticipadas. El hipocentro del mismo, como reconocían las fuerzas políticas, estaba situado en el Camp de Tarragona, donde se quiere levantar el complejo turístico llamado Hard Rock. Como todos los terremotos, aunque su aparición es brusca, lleva tiempo fraguándose bajo nuestros pies, hasta que las placas tectónicas chocan y se rompen. Y en este caso, hay que reconocer que la fuerza constante que lo ha provocado ha sido la ejercida, con perseverancia y paciencia, por parte de la Plataforma Aturem Hard Rock.

Coincidencia dos: justo hace un año, unos kilómetros más al norte, en Sainte-Soline, Francia eclosionó el movimiento de Les soulèvements de la terre, con una acción festivo-reivindicativa para frenar proyectos de acaparamiento de agua en favor de la agricultura industrial. Durante tres días más de 30 mil personas organizaron muchas actividades hasta la brutal entrada de las fuerzas policiales que ha derivado en un conjunto de acusaciones judiciales por parte del gobierno de Macron decidido a mutilar esta energía social.

Coincidencia tres: entre ambas realidades hay muchos aspectos en común que de hecho también encontramos en cientos de otros lugares en el mundo, la aparición de movilizaciones sociales que con acciones de protesta e incluso de desobediencia civil intentan frenar todo tipo de proyectos y macroproyectos industriales que atentan contra bienes comunes y naturales, sea el agua, la tierra, las semillas o los paisajes. Pero con una singularidad que me parece fundamental. Como la Luna y Júpiter, dos astros con sus propias órbitas, en estos movimientos coinciden la presencia de personas y organizaciones del ámbito ecologista con personas y organizaciones del sector primario, del campo.

Coincidencia cuatro: el próximo día 23, en diferentes lugares de Catalunya volveremos a ver movilizaciones que arropadas bajo el lema La tierra fértil, nuestra energía se van a expresar en favor del mundo rural, de la agricultura campesina, de una alimentación saludable para toda la población y en contra de macroproyectos especulativos. Y esta vez, sumando cuerpos y voces del mundo rural y del mundo urbano; cuerpos y voces de pequeños y pequeñas campesinas que son ecologistas junto a ecologistas con conciencia rural; productores y productoras de buenos alimentos junto a consumidores y consumidoras con apetito crítico. El nombre del espacio que los aglutina deja claro tanto la voluntad de poner el foco en los territorios, en lo local, como en la generación de estos espacios comunes en defensa de lo común: Assemblea Pagesa i Ciutadana.

Aunque digan que las predicciones astrológicas no tienen validez científica, creo que no nos equivocamos al advertir que solo serán estas conjunciones campesinas y ciudadanas las apropiadas para, no solo detener tantos terremotos industriales, sino también acabar con el capitalismo que los desencadena.

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